Dicen que hay cosas como el
aprender a andar en bicicleta que jamas se olvidan.
la ultima vez que subi a una, bastaron unos cuantos metros
para regresar a mi niñez
a los paseos a media calle, cuando no temiamos a los secuestros
ni a los carros ni a losa pizzeros en moto.
y hacer rampas con tablones sobre cajas de refresco eran lo mas divertido
del mundo. y no sabiamos nada de drogas, ni de sida, ni de deudas,
y creciamos lentamente, siendo niños hasta muy alta edad.
sin celulares, ni comidas light.
1 comentario:
extraño los días sin celular
y ahora que no lo tengo, me siento de lo más relax!
lástima que sea necesario, pffff
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